Valle de Guadalupe – Una Ruta del Vino Única y Sorprendente

El Valle de Guadalupe se parece sólo a sí mismo. Sorprende con todos sus viñedos ybodegas, cavas y restaurantes y con cada uno de sus múltiples rincones, que nos sobrepasan con su creatividad, sus colores propios y ese carácter único de una región vinícola que sólo en México podemos encontrar.

Más allá del tequila, el mezcal o la cerveza, México produce cada vez más vinos con carácter y personalidad propia, especialmente en las regiones vitivinícolas de Querétaro, Coahuila, Aguascalientes, Zacatecas y Baja California.

Este último, ubicado al norte del país cuenta con las condiciones climáticas, geológicas e hidrológicas necesarias para producir variedades de buena calidad. Con una latitud de 32 grados norte y una altitud de 335 metros sobre el nivel del mar, su clima es mediterráneo, sus suelos áridos y su humedad superior al 60% gracias a la presencia de una neblina que se forma en el Pacífico y que humecta a diario toda la península. Además, existe un contraste térmico amplio entre el día y la noche, esencial en la formación de sustancias que dan cuerpo, color, estructura y buen aroma al vino.

En el Estado se encuentran 8 valles, siendo el de Guadalupe el más reconocido en turismo y producción vinícola, el cual ha venido creciendo exponencialmente en los últimos años con más de 70 bodegas y cerca del 80% de la producción total del vino mexicano.

Su historia nace con la llegada de los Dominicos, pioneros en la agricultura del Estado, y puntualmente con la instalación de la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe que desarrollan las vides y olivos en el Valle a partir del siglo XIX. Más adelante el Gobierno

Federal pone la lupa en la viticultura de la zona y paralelamente el italiano Angelo Cetto inicia lo que hoy conocemos como L.A. Cetto abriendo sus puertas en 1928, momento en el que el Valle de Guadalupe inicia su proyección hacia lo que conocemos hoy. No obstante, es en las décadas de 1970 y 1980 cuando empieza a desarrollarse su fama y competitividad, con la introducción de nuevas tecnologías y técnicas de comercialización, al mismo tiempo que se instalan grandes casas vinícolas como Monte Xanic y Domecq, una de las más tradicionales por ser la primera en abrir sus puertas a sus visitantes.

Hoy, el Valle de Guadalupe es el primer destino enoturístico de México, no sólo para los amantes del vino del Nuevo Mundo, sino también para quienes disfrutan sus paisajes únicos, arquitectura y auténtica gastronomía local, gracias a la apertura de un sinnúmero de restaurantes por parte de reconocidos chefs que se han puesto cita en esa esquina del Pacífico mexicano.

En bodegas, encontramos algunas más pequeñas que Xanic y Domecq pero que han ganado terreno en diferentes mercados y que más allá de ofrecer degustación de vinos también cuentan con experiencias culinarias, hospedaje o actividades lúdicas, como El Cielo con su restaurante Latitud 32 y un excelente hotel, Adobe Guadalupe con sus experiencias únicas o Bruma, que combina arte con enoturismo y su restaurante Fauna del chef David Castro es un lugar mágico, con energía y ambiente únicos.

Otros restaurantes que han adquirido fama son Animalón y la Finca Altozano de Javier Plascencia, Laja de Jair Téllez considerado uno de los pioneros gastronómicos de la zona y Malva de Roberto Alcocer. Cada uno tiene sello propio, con ingredientes de sus huertas o de proveedores vecinos para ofrecer experiencias de otro nivel. Por último, agregaría una parada obligada en el Bar Bura de la vinícola Cuatro Cuatros ubicada en la ruta entre Ensenada y el Valle, con la mejor panorámica para ver la puesta del sol; la bodega cuenta con diferentes opciones de hospedaje entre viñedos y mar y ofrece experiencias para aquellos que se inclinan más por la aventura.

El Valle de Guadalupe es un lugar indescriptible por su explosión de colores y sabores que maridan a la perfección con el vino local. Es identidad propia, paisajes contrastados, historia, tradición, cultura y gente hospitalaria que hacen de él un lugar obligado para visitar y vivir de primera mano porque no hay nada que se le pueda comparar en este mundo.

 

Adriana Jiménez Gutiérrez

Otros lugares para agregar al recorrido:

Bodegas

 

Barón Balché
Casa de Piedra
Casa Magoni
Chateau Camou
Garza
Las Nubes
Mogor Badán
Montefiori
Quinta Monasterio
Xolo

Restaurantes

Doña Esthela
Deckman’s
La Esperanza BajaMed
Manzanilla (Ensenada)
Muelle 3 (Ensenada)
Salvaje
Tre Galline
Villa del Valle
Villa Tórel (Santo Tomás)
Wine Garden

Otras Cosas Para Hacer

 

Museo de la Vid y el Vino
Paseos en bicicleta o a caballo
Caminatas y senderismo
Deportes extremos y acuáticos
Paseos en Globo
Fiestas de Vendimia

Cepas Destacadas

Tintas: Barbera, Cabernet Sauvignon, Merlot, Nebbiolo, Tempranillo, Syrah y Zinfandel
Blancas: Chardonnay, Chenin Blanc y Sauvignon Blanc

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